He sido parte del movimiento del marketing digital en Perú. De hecho, es curioso, pero yo no llevé ningún curso de marketing digital en la facultad. La necesidad de trabajar, superarme y la ambición por conocer más me hicieron convertirme en un experto. Mi experiencia profesional, empieza en el 2009 en la empresa Addconsulta, una de las primeras empresas certificadas por Google en el Perú, donde aprendí qué era el marketing digital, redes sociales, optimización en motores de búsqueda (SEO), campañas de anuncios de pago en buscadores (SEM) y a perderle el miedo a presentar una propuesta delante de un gerente o alguien a quien no conocía. Digamos que mi paso por Addconsulta me enseñó a exprimir cada centavo en la inversión de las campañas de marketing en buscadores y me formó una visión increíble del uso de palabras clave correctas en campañas. Para el 2010, me convertí en un autodidacta de la plataforma WordPress, empecé a hacer experimentos digitales en casa, con páginas personales. Fue en ese año en el que fui reclutado por la empresa española Llorente & Cuenca (ahora conocida como LLYC) para asumir el puesto de asistente de consultor. Qué mundo tan distinto era en ese entonces… el alcance orgánico en Facebook funcionaba perfecto y si tu contenido era interesante aparecías de manera justa y sin pagar necesariamente.  Aprendí mucho sobre consultoría en Comunicación Online, apliqué muchos de mis conocimientos sobre Relaciones Públicas aprendidos en mis años de estudio y fue aquí donde me hice especialista en una palabra que cambió mi vida profesional desde el primer momento en el que comencé a gestionarla para algunas empresas: “Reputación”. Perfeccioné mis conocimientos sobre comunicación en crisis, financiera, consumo masivo e incluso minería. Para el año 2013 y parte del 2014 seguí aportando mi talento en nombre del marketing y la reputación en la consultora especializada Café Taipá y fue aquí donde, muy aparte de mi trabajo diario, empecé a dictar conferencias que le cambiaron el chip los empresarios acerca de cómo convertir la reputación en un aliado poderoso en la estrategia de marketing, sea cual sea el tamaño de la organización. En julio del 2014, me uní al equipo de comunicaciones de la consultora de medio ambiente y cambio climático Libélula. Cuando alguien dice la palabra “cambio climático”, te puede resultar algo tedioso pero es una problemática que nos compete a todos. Solo tenemos un planeta, no hay un planeta B y tenemos que cuidar la casa común.  Logré posicionar a la marca Libélula como un referente en redes sociales en la región, sobrepasando el número de 2 millones de impresiones, consagrando los canales digitales durante la Conferencia de las Partes (COP) de Lima. También participé en la creación de una plataforma exclusiva de información para periodistas sobre cambio climático, llamada Conexión COP, que hasta ahora es de mucha utilidad. Durante el segundo bimestre del 2018 empecé a aportar todo mi conocimiento como Coordinador de Marketing y Comunicaciones en MIGIVA Group, un consorcio de empresas diversificadas con sede en Perú, Estados Unidos, México y Uruguay. Los rubros en los que destaca son: agricultura, pesca/marítimo, acuicultura y construcción/inmobiliario.